sábado, 19 de marzo de 2011

LA PRIMAVERA


La he notado, la percibo desperezándose, asomando su carita sigilosa y juguetona entre los restos del imperturbable invierno. ¡Ahí llega!, revoltosa, ¡que sí!, ¡que no!, indecisa, caprichosa, con su maleta metereológica.
Se sabe deseada y se retuerce orgullosa , contorneándose entre los recodos de las vidas que la esperan, con su luz, su suavidad, su templanza , su quietud, va despertando a su paso miradas lascivas y envidiosas.
¡Despereza al mundo !, sin gritar,tiernamente lo despierta, pincelando de colores cielos, campos y jardines, inundando el aire de hermosos y penetrantes olores , bombardeando , pletórica, nuestros oidos con trinos, sevillanas, voces, tambores y saetas.
Es el tiempo del amor y los almendros en flor; ahí puedes observar sobre el cesped mullido de húmeda hierba a parejas que retozan meciéndose entre susurros mientras frágiles mariposas revolotean entre ellas.
Y es el tiempo de las alergias. Polen por aquí, por acá y acullá. Estornudos, lagrimeos que te hacen terminar en una terrible rabieta.
Amapolas, rojas amapolas, jaramagos, amarillos jaramagos, ¡flores de mi Primavera !, floreciendo sobre el campo de mi infancia entre gritos de chiquillas agoreras.
La luz y el suave calor nos invitan a salir, a besar, a chillar, a jugar, a presumir, a pasear y a eludir el arropo y el refugio del triste invierno. Salgamos a las calles . ¡Utilicemos nuestros sentidos!, y saboreemos esta efímera estación que ya está aquí.





jueves, 3 de marzo de 2011

TATUAJE


Kemen, era uno de esos típicos Escandinavos esbelto, de piel clara , curtida por el frío de esos lares, cabello rubio y ojos claros que encandilaba a toda falda viviente.

Nació un 8 de Junio del 65, en el seno de una familia pudiente, bien situada en el escalafón social y repleta de convencionalismos sociales.

Tan entrante jovenzuelo creció rodeado de los mimos,caricias y consentimientos de su madre y hermanas; él era el único descendiente varón y esa pesada carga le acompañaría durante el resto de sus días.

Desde pequeño mostró una gran habilidad en los estudios, era listo y vivaracho. Sus padres costearon una educación elitista en los mejores colegios privados del país y así fue que el rubicundo muchacho se licenció en Derecho y comenzó a ejercer en un prestigioso bufete de abogados.

Sus éxitos profesionales corrieron como polvorilla por todo el país y desde cualquiera de sus rincones le llegaban complicados casos que ganaba mayoritariamente. Fue laudeado con numerosos premios y distinciones; su vida profesional relucía como su pelo pero su vida personal y amorosa era opaca y pobre.

Su madre había planeado para su criatura una boda de alta alcurnia con una chica un poco tonta y regordeta de la alta aristocracia. Un enlace de conveniencia que convenía a todos menos a él. Esta situación le irrritaba y desconcertaba pero todas sus habilidades como magistrado le servían de bien poco ante las marañas amorosas que ambas tejían a sus espaldas.

Sin embargo su suerte estaba a punto de cambiar, en uno de tantos viajes de negocios que solía realizar, en una luminosa y ligera mañana de Mayo, sobre la popa de aquel barco conoció a una chica pecosa y charlatana que le obnubiló. A partir de ahí todo sucedió muy rápidamente, al cabo de un mes compartían cama y confidencias . Se hicieron tatuar sus nombres para perpetuar su amor que acabó por romperse de forma precipitada.

Ya se sabe; ella era muy joven, él le propuso matrimonio y no estaba preparada aún para ello. Quedo hecho añicos, no tenía consuelo, la depresión y el alcohol le absorbieron. Tras la separación no quedó nada de aquel chico apuesto y guapo, vagaba errante de bar en bar, mascullando apenas, entre dientes, su fatídica historia de amor. Voceaba, a cuatro vientos, que no podía olvidarla ni quitársela de la cabeza y que siempre la estaría esperando.

Pero los días corren, las heridas sanan con el tiempo y Kemen comenzó a sentir nuevamente mariposas en el estómago, en el lecho de su socio en la empresa, renació el amor y sus ganas de sentir gozando con los juegos amorosos que su pareja le proponía.

Hoy día viven felices ajenos a las habladurías y las malas lenguas ociosas llenas de prejuicios y malintenciones.